El acceso a internet debe ampliar el mundo de los niños, no limitarlo

Ana Mónica Chérrez Bermejo, Profesora asociada en facultad de Psicología. Área de conocimiento: Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico. Departamento: Ciencias de la Salud, Universidad Pública de Navarra.

Los dispositivos tecnológicos se han integrado hasta tal punto en nuestra cotidianidad que algunos los califican de “caballos de Troya del siglo XXI”. Móviles, ordenadores y tabletas forman parte de la rutina diaria de niños, adolescentes, jóvenes y mayores. Estos aparatos se han instalado progresivamente y nos envuelven en una densa red que demanda nuestra atención constante y condiciona la comunicación interpersonal.

El yo digital coexiste en nuestra mente junto al yo analógico. Vivimos en un mundo colonizado por pantallas que nos seducen y nos introducen en una realidad virtual. Esto nos plantea la siguiente pregunta: ¿podemos coexistir con dos identidades?

Al mismo tiempo, participar en este mundo digital parece levantar un muro cada vez más alto con el mundo físico, generando distanciamiento y desencuentro con los demás.

Conectividad y aislamiento

Las relaciones interpersonales por internet tiene un impacto en nuestro comportamiento: en cómo nos vemos, nos sentimos y nos comunicamos. Además, el afán compulsivo por el mundo digital afecta negativamente al desarrollo del lenguaje en los más pequeños.

A pesar de esto, la mayoría de los padres sigue otorgando a sus hijos la potestad de utilizar dispositivos electrónicos, ya sea un móvil, una tableta o una videoconsola.

En España, el uso de las TIC en los hogares con hijos está cada vez más extendido y los datos indican que la conexión a internet es prácticamente universal.

De una manera paradójica, mientras algunos niños tienen “demasiado” acceso a internet a edades muy tempranas, también hay millones de niños que no están beneficiándose de las ventajas de internet.

Por ejemplo en América Latina, estos procesos de transformación digital se generan en un contexto de desigualdad histórica y estructural. Las divisiones digitales también reflejan las brechas económicas predominantes, lo que amplifica las ventajas de los niños de los entornos más ricos y no ofrece oportunidades a los niños más pobres y desfavorecidos.

Acceso a internet en el hogar en América latina. Red Kids Online América Latina suscrito por la CEPAL y la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

 

Lo que está claro es que conectarse a internet cambia la infancia y que los jóvenes (de 15 a 24 años) son el grupo de edad más conectado. En todo el mundo, el 71 % está en línea, en comparación con el 48 % de la población total. Los niños y adolescentes menores de 18 años representan aproximadamente uno de cada tres usuarios de internet en todo el mundo.

 

Uso de internet, evolución. Red Kids Online América Latina suscrito por la CEPAL y la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Momento clave del desarrollo

Los humanos ampliamos nuestro ámbito de interacción progresivamente: los bebés empiezan a abrirse y a interesarse por lo que sucede a su alrededor entre el sexto mes y primer año de vida. En este momento, la relación que han establecido con sus padres y referentes afectivos les permite empezar a integrar en su mente al otro como si fuese un sujeto interno, con el que puede compartir sus experiencias.

Es entonces cuando emerge la “acción conjunta”: la capacidad de coordinar la atención con otra persona en relación con un objeto o una situación. Esta habilidad le permite al bebé seguir la dirección iniciada por la mirada, un giro de cabeza o un gesto con el dedo realizado por otra persona. Estas conductas en los más pequeños serán cruciales para el desarrollo de la comunicación social.

Este proceso se está viendo afectado por el aumento de menores conectados en línea, que se está produciendo en todos los países del mundo. Aunque la Organización Mundial de la Salud prohíbe la exposición a las pantallas antes de los 2 años, existen dudas razonables sobre si los padres son conscientes de los riesgos que conlleva el uso continuo de los denominados “chupetes digitales”. Estudios recientes de UNICEF nos alertan sobre la violencia silenciada que millones de niños y niñas reciben a través de estos dispositivos en todo el mundo.

Entorno social y desarrollo del lenguaje

Desde la perspectiva de la psicología constructivista de Lev Vygotsky, el desarrollo individual de un ser humano no puede entenderse sin considerar el entorno social. Un aprendiz es un ser insertado en un contexto social, no aislado de la comunidad.

¿Cómo imaginamos actualmente el impacto tecnológico en el desarrollo mental de un aprendiz del siglo XXI? ¿Y qué ocurre con estas teorías consolidadas en el desarrollo de la mente y del intelecto?

El psiquiatra y neurocientífico Manfred Spitzer, dedicado al estudio del cerebro, lleva años alertando sobre los riesgos de las nuevas tecnologías. En Corea del Sur, por ejemplo, se descubrió en 2010 que el 12 % de todos los escolares eran “adictos a Internet”. En este país, hace ya 13 años que surgió el término “demencia digital” para referirse a las consecuencias que puede haber en el cerebro por el uso de los medios tecnológicos porque es como cualquier otro músculo: si se usa, crece, si no, se atrofia.

En el mismo sentido inciden numerosas investigaciones de expertos que alertan sobre los riesgos potenciales en el neurodesarrollo y problemas de aprendizaje asociados al mal uso de las tecnologías. Y uno de los trastornos más comunes que pueden generar las redes tecnosociales es el trastorno del lenguaje, con todas sus implicaciones.

Aportaciones de la neurociencia

Las neurociencias han contribuido de manera significativa al estudio de la patología en el área del lenguaje. Sus investigaciones han clarificado y definido los mecanismos implicados en las funciones cognitivas y lingüísticas. A partir de ellas sabemos que el lenguaje es una función superior del cerebro cuyo desarrollo se sustenta, por un lado, en una estructura anatómica-funcional genéticamente determinada y, por otro, en el estímulo verbal proporcionado por el entorno.

Precisamente, estas estructuras neurológicas son responsables del procesamiento de los sonidos así como de que podamos evocar palabras y conjugar verbos funcionales. La estimulación de esta red neurológica permite adquirir fortalezas lingüísticas para lograr un adecuado desarrollo del lenguaje que tiene relación directa con el entorno social. Pero ¿Qué puede ocurrir si la estimulación proviene de un dispositivo tecnológico de manera excesiva e incontrolada?

Es importante tener presente en todo momento que uno de los efectos adversos del uso irresponsable de las tecnologías es que los niños y niñas pueden volverse adictos y dependientes, lo cual puede resultar en un déficit en el lenguaje debido a la falta de comunicación con los demás.

Destrezas digitales

Los padres y madres que deben atender y educar a sus hijos en la era digital se enfrentan a una dicotomía. Por una parte, según destacan algunas investigaciones recientes, los usos ventajosos de internet dependen en gran medida de las habilidades digitales de los ciudadanos. Estos estudios instan a generalizar mejores prácticas y a establecer mecanismos de protección y control de acceso seguro a internet.

Y no cabe duda de que, en este contexto de cambios tecnológicos permanentes, los educadores no pueden cerrar las puertas a la transformación digital. Los menores y los jóvenes deben adquirir y desarrollar competencias digitales para poder afrontar y superar los desafíos de esta era social tan compleja como líquida. Por lo tanto, es necesario educar en alfabetización digital.

Sin embargo, es preciso también establecer límites. Es necesario alejar a los menores del contacto permanente con internet y evitar que acaben dependiendo del manejo y volviéndose adictos a la pantalla, lo cual resulta claramente perjudicial para su neurodesarrollo.

En conclusión, las buenas prácticas en la educación digital representan un gran desafío tanto para las familias como para las instituciones educativas. Saber hacer un uso adecuado de las nuevas tecnologías se vuelve tan relevante como urgente.

Entre tanto, no debemos olvidar la advertencia de uno de los mayores analistas del lenguaje, Ludwig Wittgenstein, cuando afirmaba con claridad y contundencia:

“Los límites de mi mundo son los límites de mi lenguaje”. Tractatus lógico–filosófico.

Intentemos que las tecnologías e internet amplíen nuestro mundo sin limitarlo.

 

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

 

 

La ciencia sí es cultura

Ignacio López-Goñi, miembro de la SEM (Sociedad Española de Microbiología) y Catedrático de Microbiología, Universidad de Navarra; Javier Armentia, Astrofísico y director del Planetario de Pamplona, Planetario de Pamplona y Joaquín Sevilla, Catedrático de Tecnología Electrónica, Universidad Pública de Navarra.

Este mes de noviembre se celebra el mayor evento anual de divulgación y comunicación social de la ciencia en Europa: las semanas de la ciencia y la tecnología, que ofrecen cientos de actividades para acercar la investigación a la sociedad y, en particular, a la gente más joven.

La cultura nos representa, es el armazón de conocimientos, gustos y costumbres en el que nos reconocemos y con el que disfrutamos. La ciencia es parte de la gran aventura intelectual del ser humano, fruto de su curiosidad y del intento de representar y entender el mundo en el que vivimos. Y como producto del pensamiento humano, la ciencia es un componente esencial de la cultura. Porque la ciencia no es una actividad extraña a la vida y, por tanto, sus respuestas también son de carácter cultural.

Los avances científicos han impulsado el progreso y han moldeado nuestra cultura en términos de cómo vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Más aún, las ideas científicas, a veces de modo velado, han condicionado profundamente las ideas sociales.

Es absurdo que el mejor conocimiento disponible sobre cómo funciona el mundo quede fuera del concepto de cultura. Es algo tan evidente que, en vez de explicarlo, parece más necesario analizar por qué esa consideración no está generalizada.

Una división inexplicable

La tradicional división de la educación en ciencias y humanidades (¡como si la ciencia no fuera humana!) puede sugerir que unas forman parte de la cultura y las otras son “otra cosa”. Pero la realidad es que el conocimiento detallado y disciplinar de la historia del arte, de la lingüística o de las lenguas clásicas, por ejemplo, es tan propio de los especialistas como el de la física, la geología o las neurociencias.

La ciencia no solo se limita a laboratorios y a gente del mundo académico, sino que está presente en todos los aspectos de nuestra vida. Y del mismo modo que una persona culta conoce y disfruta del arte o la literatura, conocerá y disfrutará de una visión panorámica de la historia del universo, de las peculiaridades del comportamiento animal o de cómo funciona una célula.

A nadie le parece extraño, más bien al contrario, saber quién fue Velázquez y admirar sus cuadros sin ser un especialista historiador del arte. Pues tampoco hay que ser una persona experta o erudita para conocer quienes fueron Darwin o Curie.

La naturaleza no tiene la culpa de los planes de estudio. La realidad no entiende de ciencias o de humanidades. El mundo se nos presenta para conocerlo, entenderlo y cambiarlo mediante todas las herramientas de que dispongamos.

Además, la ciencia no solo proporciona un conocimiento empírico, sino que también plantea preguntas éticas y filosóficas, debates que son parte integral de nuestra cultura y sociedad.

Quién difunde la cultura científica

La existencia de instalaciones de cultura científica como museos de ciencias o planetarios no es nueva. Desde el año 2007, la mayoría de los centros de investigación y universidades han promovido las Unidades de Cultura Científica que son hoy en día uno de los principales agentes en la difusión y divulgación de la cultura ciencia y la innovación.

Además, en la última década se ha hecho un considerable esfuerzo por añadir al panorama cultural una oferta científica cada vez más variada y, por qué no decirlo, alejada del estereotipo de seriedad y torre de marfil que tradicionalmente ha tenido. Programas de televisión como Órbita Laika, compañías de monólogos científicos humorísticos como Big Van Ciencia o espectáculos escénicos como Naukas son algunos ejemplos.

Este tipo de actividades culturales de divulgación científica permiten que el público en general se involucre en la exploración del mundo natural y comprenda cómo la ciencia contribuye a nuestro entendimiento del mundo.

Y la ciencia sirve también como fuente de inspiración para la creatividad artística.

Una semilla fecunda

Las personas que nos dedicamos a diario a tareas de divulgación científica vivimos convencidas de que “la ciencia es cultura” pero en la sociedad en general sigue sin ser algo suficientemente aceptado.

Por eso es tan urgente incrementar la cultura científica de la población. La información científica es una fecundísima semilla para el desarrollo social, económico y político de los pueblos. La complicidad entre los científicos y el resto de los ciudadanos es una excepcional celebración de la democracia.

Pero, además, esa nueva cultura contribuiría a frenar las supercherías disfrazadas de ciencia, aumentaría la capacidad crítica de los ciudadanos, derribaría miedos y supersticiones…

En definitiva, haría a los seres humanos menos manipulables, más libres y más audaces.

Los enemigos a batir por la ciencia son los mismos que los de la filosofía, el arte o la literatura. Esto es, la incultura, el oscurantismo, la barbarie, la miseria, la explotación humana.

 

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

¿Cómo reducir la brecha de abandono escolar entre el alumnado de origen inmigrante y el resto?

Inmaculada Lizasoain Iriso, Profesora de Matemáticas, Universidad Pública de Navarra; Concepción González-Garcia, Profesora de Estadística e Investigación Operativa, Universidad Politécnica de Madrid (UPM); Esperanza Ayuga-Téllez, Profesora de Estadística Aplicada, Universidad Politécnica de Madrid (UPM); Jaione Abaurrea Larrayoz, Profesora en Didáctica de las Matemáticas, Universidad Pública de Navarra y José Víctor Orón Semper, Asesor educativo y formador de docentes, Universidad Francisco de Vitoria.

El 37,8 % del alumnado de origen inmigrante en España abandona los estudios de forma prematura. Este dato resulta más alarmante aún si se compara con el abandono entre el alumnado de origen nacional (en torno al 16 % según el estudio citado). Sin menospreciar los factores socieconómicos que explican en parte esta brecha, podemos estudiar qué decisiones es posible tomar desde los centros educativos para tratar al menos de reducirla.

En nuestro trabajo exploramos algunos aspectos organizativos de los centros que influyen en el éxito académico, analizando las puntuaciones obtenidas por el alumnado de 17 995 colegios de 79 países distintos en las evaluaciones internacionales PISA 2018.

La influencia del funcionamiento del centro

Además de estos resultados académicos, el programa PISA recogía algunos aspectos organizativos de los colegios participantes. Se preguntaba, por ejemplo, a sus equipos directivos por el tipo de prácticas de aprendizaje multicultural que realizaban o por las cuestiones de este tipo que trabajaban curricularmente (conocimiento de la diversidad cultural, apertura hacia experiencias interculturales, aprendizaje de lenguas extranjeras, pensamiento crítico, etc.). Además, el programa preguntaba a los colegios participantes por los criterios que utilizaban a la hora de agrupar al alumnado en diferentes clases o por el uso que daban a las evaluaciones académicas: si servían para clasificar al alumnado en distintas categorías o si, por el contrario, se utilizaban para orientar su aprendizaje y adaptar la enseñanza a sus necesidades. Entre otras cuestiones, se trataba también del modo en que el centro hacía uso de las evaluaciones externas o internas.

Agrupar alumnos por capacidades: un error

El estudio constató que los resultados empeoraban si se agrupaba al alumnado por capacidades en todas las asignaturas. En cambio, si la agrupación por capacidades se realizaba solo para algunas asignaturas, el rendimiento mejoraba de forma significativa.

En lo referente a estudiantes con una lengua materna distinta de la oficial, los resultados eran mejores cuando asistían a las clases ordinarias, recibiendo en horas extraordinarias una instrucción adicional dirigida a mejorar su conocimiento de la lengua oficial.

Se concluye, por tanto, que los resultados mejoran cuando se atienden las necesidades específicas del alumnado sin que este pierda su grupo natural de referencia: el aula.

Los mejores resultados se obtienen cuando las agrupaciones se realizan en momentos puntuales o en asignaturas concretas.

Relaciones entre pares

En nuestra investigación hemos visto también que la relación entre el éxito escolar y la propuesta de prácticas relacionadas con el aprendizaje multicultural o la inclusión de algunos aspectos multiculturales en los currículos es muy poco significativa.

Sin embargo, el fomento de las relaciones entre pares mediante la organización de actividades colectivas, como una obra de teatro o un coro, contribuye de forma significativa a mejorar el rendimiento escolar del alumnado.

En cuanto a la relación del centro con las familias, el estudio constata que la interacción cara a cara es beneficiosa para los resultados académicos. Sin embargo, esta interacción no debe reducirse al momento de comunicar las calificaciones. Es necesario involucrar a las familias en el proceso continuado de aprendizaje, con el fin de que estas puedan ayudar al progreso del alumnado.

La importancia de las relaciones personales

Como denominador común, los resultados apuntan a un mejor rendimiento cuando las decisiones organizativas se basan en la confianza y se orientan a potenciar las relaciones interpersonales (profesor-profesor, profesor-alumno y alumno-alumno) de cara a dar respuesta a las necesidades específicas de cada persona.

Esta actitud es inseparable de la creencia, por parte del profesorado, en la posibilidad de crecimiento de todos los estudiantes, sin clasificarlos en función de su rendimiento. Por el contrario, las decisiones destinadas únicamente a controlar la vida académica, o bien empeoran el rendimiento escolar o no lo afectan significativamente.

En definitiva, de cara a evitar el abandono escolar prematuro, no solo de la población de origen inmigrante sino de todo el alumnado, se considera conveniente el fortalecimiento de una potente red de relaciones personales que sepa integrar al profesorado, a la totalidad del alumnado y a las familias en torno a un proyecto común de desarrollo integral de los estudiantes.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

Por qué muchas mujeres con altas capacidades optan por pasar inadvertidas

Profesora asociada en facultad de Psicología. Área de conocimiento: Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico. Departamento: Ciencias de la Salud, Universidad Pública de Navarra (UPNA)

A.G., de cuatro años, acudía cada día a su aula de 2º de educación infantil. La maestra no había observado nada que llamara su atención. Conocía los colores, y sabía algunas letras. Solía pintar y colorear. Y muy a menudo se mostraba ausente, como si lo que se hacía en el aula no tuviera interés.

Un día, en la escuela se inició un programa de detección de altas capacidades y A.G., que hasta el momento seguía las rutinas habituales de su clase, junto al resto de niños y niñas, demostró su gran afición por la geometría. Cuando tuvo que responder ante preguntas del test referidas a capacidad visoespacial, y vio las figuras geométricas, su emoción fue tan intensa y mostró tal entusiasmo que quienes hacíamos la prueba le preguntamos: “¿Qué te pasa, A.G.?” Respondió: “Es que las figuras geométricas me encantan”.

Pudimos comprobar también su interés por la geografía: quería saber todo sobre los ríos y la naturaleza. También se preocupaba por la muerte. Había escuchado hablar de ello y le angustiaba dormir y no poder despertarse.

Sus resultados intelectuales resultaron acordes con las altas capacidades. Su maestra comprendió su alta sensibilidad y su interés por el saber fuera del método de enseñanza. En el centro educativo observaron que su lenguaje podría ser como el de una persona adulta y que integraba todo lo de su alrededor con una gran atención. Al mismo tiempo no le resultaba fácil controlar su ansiedad en su vida cotidiana…

¿Menos niñas o más difíciles de detectar?

El caso real de A.G. muestra lo desapercibidas que pueden pasar las altas capacidades si no se dedican esfuerzos específicos y dirigidos a detectarlas.

Como cualquier otra necesidad especial de aprendizaje, no detectarlas no supone solamente talento perdido o malgastado, sino que a estos niños y niñas no se les da la oportunidad de contar con una educación específica que los ayude tanto con sus habilidades especiales como con sus vulnerabilidades, también diversas.

Pero el caso de A.G. tiene una doble vertiente. Porque A.G. es una niña. Dentro del estudio de la sobredotación intelectual y de las altas capacidades, la situación específica de las mujeres o las niñas es un tema de estudio de gran relevancia. Es más frecuente estadísticamente la detección de las altas capacidades en los hombres que en las mujeres debido a factores culturales y psicoevolutivos, que indican una mayor tendencia hacia el anonimato por parte de las alumnas y mujeres con posible alta capacidad.

El contexto cultural y social influye en el desarrollo personal, social y laboral de las personas, y en el caso de las mujeres existen presiones y estereotipos que han influido en la evolución social de su rol y, en particular, en el desarrollo de las niñas con altas capacidades de manera global.

Estos estereotipos y presiones pueden producir miedo al rechazo y empujar a la ocultación de dichas aptitudes, hasta el punto de que las chicas con altas capacidades son consideradas un grupo de riesgo especialmente vulnerable.

Variable de género en las altas capacidades

En España, en el curso 2022-2023, hubo 46 238 alumnos de Educación Primaria diagnosticados con altas capacidades intelectuales, de los 8 286 603 estudiantes escolarizados. Esta cantidad equivale a un porcentaje del 0,55 %, muy por debajo de lo que los expertos consideran es el porcentaje mínimo en cualquier población con altas capacidades (entre un 10 % y un 20 %).

En el curso escolar 2016–2017, las niñas representaban el 44,61 % de los estudiantes identificados con altas capacidades. Un porcentaje menor que el de los niños.

En este sentido, investigaciones recientes señalan que no son justificables ni biológica ni cognitivamente las diferencias entre niños o niñas con altas capacidades.

Talento y feminidad: ¿dimensiones incompatibles?

Desde que la psicóloga estadounidense Martina Horner describiera en 1972 el llamado “miedo al éxito” de las chicas, han proliferado muchas investigaciones, también dentro de las altas capacidades. Estas alumnas, ante el temor del posible rechazo social, pueden bajar su rendimiento académico con el objetivo de ser aceptadas.

Es comprensible entonces que a muchas niñas, adolescentes y jóvenes se les presenta el talento y la feminidad como opuestos, incompatibles el uno con el otro, de manera que en muchos casos las mujeres deciden pasar desapercibidas, en aras de lograr la aceptación social.

Vulnerabilidad doble

Hay expertos que señalan que las personas con altas capacidades son más vulnerables emocionalmente debido a sus características:

  1. Pensamiento divergente y creativo.
  2. Perfeccionismo, percepción y agudeza.
  3. Introversión y control interno.
  4. Desarrollo asíncrono.
  5. Hipersensibilidad.

 

En el caso de las mujeres, diversos expertos exponen que la construcción de la identidad de “mujer con altas capacidades” se elabora a través de dos procesos distintos: ser mujer y tener altas capacidades. Una labor nada sencilla, ya que ambas identidades deben coexistir: modelos, comportamientos, actitudes, valores y expectativas de referencia.

De lo contrario, este doble proceso puede quedar incompleto y en determinadas ocasiones hay que equilibrarlo. Una de las causas de este reto puede deberse a la falta de referencias femeninas de éxito. Una prueba elocuente es la ausencia de personajes femeninos destacados en los libros de texto y contenidos escolares.

Mujeres superdotadas: riesgos psicológicos

Podemos advertir un riesgo psicológico grave denominado el síndrome de la abeja reina caracterizado por un exacerbado perfeccionismo y una autoexigencia que conduce a un camino imposible en todos los ámbitos de la vida. Incluso a la depresión. Y, además, las mujeres que lo padecen se sienten culpables de no haber dedicado suficiente tiempo a la familia o a la profesión.

Por ello, se hace especialmente importante no solo identificar el talento potencial, sino las dificultades que ese talento pueda estar encontrando en su evolución.

Mujeres con personalidades extraordinarias

Marie Curie (1867- 1934), polaca y nacionalizada francesa, otorgó a la humanidad un gran legado gracias a sus investigaciones sobre el fenómeno de la radiactividad y el descubrimiento de dos elementos (el polonio y el radio).

Marie Curie tuvo que superar retos por ser mujer. El historiador Robert William Reid destaca en su biografía que, una vez galardonados ella y su marido con el Premio Nobel de Física en 1903 por La Real Academia de las Ciencias de Suecia, el comité seleccionador pretendía honrar exclusivamente a su marido negándole a ella el reconocimiento por ser mujer. Finalmente, fue la primera mujer en recibir tal galardón. Y en ser la primera persona en recibir dos premios Nobel.

Concepción Arenal Ponte (1820-1893), originaria del Ferrol, ha sido considerada la precursora del trabajo social en España. A lo largo de su vida y obra denunció la situación de las cárceles de hombres y mujeres, la miseria en las casas de salud o la mendicidad y la condición de la mujer en el siglo XIX.

Esta intelectual española tuvo que disfrazarse de hombre para poder ingresar como oyente en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid. Vestida también de varón, Arenal, de ideas liberales y progresistas, participó en tertulias políticas y literarias, y colaboró en el periódico La Iberia.

Ambas mujeres son un modelo aún en nuestra sociedad actual y pueden ayudar a eliminar el silencio de las niñas y mujeres con altas capacidades.

Atención e información

¿Qué podemos hacer cómo padres? Hay que evitar la estrategia camaleónica de las niñas y el deseo de camuflarse. Tenemos que prestar atención si observamos que a nuestra hija le preocupa el uso de la palabra correcta porque sabe que le mirarán extraño o si usa determinadas palabras y prefiere delimitar su vocabulario. O si disimula su entusiasmo, o si se contiene sobre sus temas de interés.

Es importante que las familias y el profesorado se formen para poder comprender las características propias de este colectivo: alta sensibilidad, un aprendizaje muy rápido, una alta capacidad de memoria y, en cierta medida, vulnerabilidad con sentimientos de miedo al rechazo social.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

El sorprendente giro en las elecciones argentinas da ventaja al peronista Massa

Las predicciones electorales no siempre se cumplen. No son oráculos, tal y como acabamos de constatar de nuevo en las elecciones presidenciales en ArgentinaEl candidato ultraliberal, Javier Milei, que partía como favorito, se ha visto superado por el actual ministro de Economía, Sergio Massa, que promete ahora un Gobierno de unidad nacional. Entre tanto, Patricia Bullrich, representante del partido conservador de Juntos por el Cambio, y defensora del orden y la seguridad ciudadana, ha quedado descartada. No pasará a la segunda vuelta, aunque el valor de sus votos pueda resultar al final relevante.

A lo largo de toda la campaña electoral la situación económica ha sido el tema estrella y recurrente, habida cuenta de que la creciente devaluación del peso respecto del dólar se ve acompañada de una tasa de inflación galopante (140 %), al tiempo que la tasa de pobreza es superior al 40 % de la población y la deuda internacional adquiere dimensiones delirantes.

Sin embargo, a pesar de convivir con una crisis económica lacerante, el peronismo gubernamental, que parecía moribundo, ha mostrado su vitalidad remontando contra pronóstico a la primera posición.

Y esto sucede después de haber sufrido la peor derrota de su historia en las primarias del mes de agosto. No cabe duda de que los psiquiatras y psicoanalistas del país tienen trabajo por delante.

En cierto modo podría decirse que las dinámicas de poder y sus estrategias son tan opacas para los votantes como eficientes para quienes las diseñan y ejecutan. Tal y como afirmaba con insistencia Michel Foucault, “la historia de las luchas por el poder, y en consecuencia, las condiciones reales de su ejercicio y de su sostenimiento, sigue estando casi totalmente oculta. El saber no entra en ello: eso no debe saberse”.

Alianzas electorales

Todavía es pronto para conocer los acuerdos y posibles alianzas que irán trenzándose de cara a la próxima consulta. En principio, ninguna opción puede descartarse. Sergio Massa, abogado de profesión, más que técnico, es un hombre dialogante y muy pragmático, posibilista. Curtido desde hace décadas en la arena política, y consciente de que las ilusiones necesitan aliento y esperanza, defiende que lo peor para el país ha pasado ya.

Ha obtenido el 37 % de los votos, aunque en estas elecciones ha contado con el valioso apoyo del conurbano de Buenos Aires –los distritos que rodean la capital que celebraban elecciones provinciales–, feudo habitualmente peronista.

A partir de su dilatada experiencia política, Massa intentará atraer los votos del resto de partidos, entre otros del sector más moderado de Juntos por el cambio, promoviendo un gobierno de unidad nacional. Sin embargo, no le va a resultar fácil alcanzar los apoyos necesarios para erigirse en ganador.

 

Candidato disruptivo

Por su parte, el líder ultraderechista, Javier Milei, ha pasado en dos años de ser un tertuliano polémico, histriónico a veces en programas de televisión con proyectos disolutivos que parecían disparatados, a convertirse en un candidato con posibilidades de erigirse el próximo 19 de noviembre en el presidente de Argentina.

Tal vez, como afirmaba G. Orwell, “la cordura no depende de las estadísticas”. Aunque contaba con viento a favor, según las encuestas, ha cosechado el mismo número de votos que en las primarias de agosto.

Durante toda la campaña electoral, el economista Milei, líder del partido La Libertad Avanza, se ha mostrado capaz de atraer el voto del hartazgo y la desesperación de los ciudadanos. Negacionista del cambio climático y apologista de la dictadura militar, había llegado al Congreso de la mano de la ultraderecha en noviembre de 2021.

Su modelo político y económico, de carácter ultraliberal, gira en torno a la reducción del Estado a su mínima expresión. Defiende que ese es el único camino para recortar el gasto de la política y el déficit fiscal, y se aferra a ese argumento como un náufrago a su tabla de salvación. Para Milei, radical y populista, muy seguido entre los jóvenes a través de las redes sociales, los políticos hacen sus negocios a cuenta del Estado y se dedican a robar al ciudadano a través de los impuestos.

No obstante, a partir de ahora es previsible que ese discurso provocador, y a veces iracundo, del candidato anarcocapitalista, sufrirá una metamorfosis ostensible. Será generoso con sus olvidos y se mostrará integrador tendiendo la mano a sus adversarios. En las próximas semanas asistiremos probablemente a juegos de lenguaje y gestos contorsionistas. También de prestidigitación.

Aunque no sea católico practicante y arremeta en sus mítines contra el papa Francisco, tal vez recuerde, entre otras cosas, que París bien vale una misa. Será el momento de comprobar hasta dónde llegan sus principios y firmes convicciones de las que venía haciendo alarde con vehemencia.

En cualquier caso, es evidente que si no comete errores de calado, Javier Milei cuenta con posibilidades de ganar las elecciones. De momento, resulta difícil imaginar que los votos del partido conservador se decanten por el candidato del partido peronista y del kirchnerismo, su principal antagonista político.

 

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

Seis claves para entender a Hamás

El palestino-israelí es uno de los conflictos modernos no resueltos más largos y virulentos. Implica múltiples causas y engloba a distintos actores, uno de los cuales es Hamás.

Vamos a retratar los seis rasgos más distintivos de una organización que tiene unos fines concretos, una ideología relativamente clara y una apuesta metodológica para lograr sus fines identificable.

Hamás es una organización concebida, principalmente, por el líder religioso (imán) Ahmed Yassin y fundada en 1987 en plena escalada del conflicto palestino-israelí. Surge en contraposición a la Organización para Liberación de Palestina (OLP), hasta entonces la autoridad legítima de los palestinos inspirada en el socialismo y el nacionalismo y liderada por Yasser Arafat. Sus fundadores consideraban que la OLP no estaba logrando defender los intereses del pueblo palestino de forma apropiada y que estaba dejándose ganar terreno por la que consideraban la estrategia de ocupación del territorio palestino por parte de Israel.

1. ¿Cuál es su ideología?

La ideología de Hamás combina el nacionalismo y el islamismo político de los Hermanos Musulmanes de Egipto.

En términos religiosos, se puede afirmar que son salafistas, por lo que se adscriben a una interpretación rigorista del islam. Así, su itinerario político consiste en avanzar hacia un Estado palestino (nacionalismo) regido por la sharía, la ley islámica.

2. ¿Qué busca?

Lo que Hamás busca inequívocamente es el establecimiento de un Estado palestino. Lo que genera más dudas es el territorio sobre el que plantea la erección del Estado puesto que, originalmente, abogaba por un Estado palestino que ocupara Cisjordania, Gaza y el espacio que hoy ocupa el Estado de Israel. De hecho, se opuso violentamente a los acuerdos de paz de Oslo de 1993 entre la Organización para la Liberación Nacional de Palestina y el Estado de Israel. A este respecto, inicialmente se negó a formar parte de la Autoridad Nacional Palestina que comenzó a reconocerse internacionalmente, aunque sin unanimidad, como la autoridad palestina legítima y el embrión del futuro Estado palestino.

3. La negación del Estado de Israel

Aunque en las declaraciones públicas de sus líderes hay cambios, la negación de la legitimidad del Estado de Israel ha sido un punto de fricción constante con Israel.

4. Sus métodos

Los métodos de Hamás para lograr sus fines políticos combinan la movilización social, la organización y negociación políticas y el ejercicio de la violencia. A este respecto, Hamás suele considerarse un grupo yihadista, en el sentido de que no renuncia al uso de la violencia como estrategia política para lograr sus objetivos.

Su modus operandi merece una aclaración adicional. Hamás no es un grupo yihadista al uso, como lo pueden ser Al-Qaeda o el Estado Islámico, que abogan casi exclusivamente por la lucha armada. Hamás, al igual que los Hermanos Musulmanes de Egipto, plantea la posibilidad del recurso a la violencia como estrategia que acompañe a la negociación política. Por ello, se puede presentar a elecciones y sentarse a negociar, así como planificar y efectuar acciones terroristas contra civiles y militares, como las que se lanzaron el fin de semana pasado.

5. Su clasificación como grupo terrorista

Tildar a Hamás simplemente de grupo terrorista es desafiante. Aunque la comunidad internacional, representada por los organismos internacionales, ha hecho esfuerzos por objetivar y elaborar una taxonomía rigurosa del terrorismo, todavía existe cierta ambigüedad en dicha clasificación.

La ONU, no obstante, así como la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, Paraguay, la Organización de Estados Americanos o Egipto mantienen a Hamás en su lista de organizaciones terroristas; en cambio, otros países, que incluyen a Suiza, Noruega, Rusia, Brasil, Turquía y China, no. Al tener en cuenta lo mencionado en el punto anterior, esta anomalía en términos de reconocimiento se explica mejor.

Los Hermanos Musulmanes en Egipto, actualmente prohibidos, también han sido en diferentes momentos y ante distintos actores un movimiento político legal.

6. ¿Es un movimiento político?

Hamás se considera a sí mismo (y lo es también) un movimiento político. De hecho, cursó un recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea para que este le sacase de la lista de grupos terroristas de la Unión, en la que entró en 2001.

En 2014, dicho Tribunal instó provisionalmente a la Unión Europea a retirar a Hamás de ella aunque, finalmente, en 2019 se decidió que debía mantenerse y, por tanto, seguir congelando sus fondos cuando fueran detectados.

En Palestina, Hamás también ha operado como partido político. El clímax de esta situación se produce en 2006, cuando se presenta a las elecciones en Palestina, en competición con el otro gran partido de índole más secular, Al-Fatah, y gana por mayoría absoluta. La comunidad internacional, no obstante, no reconoció los resultados electorales y se desató otra gran crisis interna que no se ha resuelto totalmente aún y que ha abocado a Al-Fatah a gobernar en Cisjordania y a Hamás, de facto, en Gaza.

Aunque en 2017 Hamás vuelve a aceptar que la Autoridad Nacional Palestina sea quien gobierne en Gaza, su influencia sobre esa región donde están hacinadas más de dos millones de personas sigue siendo determinante.

Esta fragmentación en el control en general del territorio palestino por parte de la Autoridad Nacional Palestina (el gobierno reconocido internacionalmente que representa a todos los palestinos), y el hecho de que Hamás controle Gaza de facto, es el argumento que esgrime Israel para justificar la política de mano dura, acuartelamiento y bloqueo de la zona.

De este modo, un conflicto que se prolonga desde hace décadas, en vez de atenuarse, sigue creciendo de forma intensa y preocupante, ahora en represalia por la última acción terrorista de Hamás.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

¿Quién fue Pau Casals?

Se cumplen 50 años de la muerte de Pau Casals en San Juan de Puerto Rico, a los 96 años, considerado, en su plenitud, el mejor violonchelista del mundo.

Casals era hijo de una puertorriqueña de ascendencia catalana, Pilar Defilló, quien, a los 18 años y tras la muerte de su padre, marchó a El Vendrell (Tarragona, Catalunya). Allí se casó con Carles Casals, su profesor de música.

La familia era humilde y las penurias y el sacrificio fueron grandes, hasta que llegó la trabajada fama de Pau. Su destreza musical le permitió formarse bajo la tutoría del conde de Morphy. Como reconoció el propio Casals a Albert E. Kahn, uno de sus biógrafos, la influencia del conde solo fue superada por la de su madre. Entre los músicos que Casals cita como sus maestros, destaca también Jesús de Monasterio.

Estrella de la música, revolucionario del violonchelo

Pau Casals lo revolucionó casi todo en el violonchelo, llegando a ser un virtuoso como no lo había habido. Fue requerido por las mejores orquestas y auditorios, y sus giras fueron intensas, llegando a dar más de 250 conciertos al año.

Su fama le permitió rodearse de figuras claves e influyentes de la política, la cultura y, especialmente, la música, tanto españolas como internacionales. O bien ellos y ellas quisieron acercarse al maestro sabedores de lo que Pau o Pablo Casals representaba.

Fred Gaisberg, director de la EMI, siempre insistente, consiguió convencer a Casals de que tenía que grabar. A la postre, fue todo un acierto: registró a la Orquestra Pau Casals, activa entre 1920 y 1937, al trío Cortot-Thibaud-Casals, que funcionó entre 1905 a 1933 y, sobre todo, grabó su mayor legado discográfico: la integral de las Suites para violonchelo solo de Johann Sebastian Bach, entre los años 1936 y 1939, cuando el maestro superaba los 60 años.

Su éxito hizo que la industria musical de las grabaciones comerciales cambiara, porque no era habitual grabar la integral de una obra, sino más bien una serie de movimientos de diferentes piezas. Por eso, hay un antes y un después de Casals. Encontró su nicho de éxito y negocio en el llamado repertorio clásico: Haydn, Schubert, Schumann, Dvorak, Bach o Beethoven, llenando salas de conciertos allí donde iba.

No tuvo tan buen ojo en lo que a la música contemporánea se refiere, ya que compositores que él apadrinó, como Emánuel Moór, no han pasado a la historia universal. Ahí le fue mejor al “otro” chelista que revolucionó el instrumento, Mstislav Rostropovich, quien inspiró partituras de nuevos creadores, ampliando así el repertorio solista para violonchelo y contribuyendo a su evolución. Los dos, Casals y Rostropovich, son el siglo XX del violonchelo y ambos comparten además su máximo compromiso con el tiempo que les tocó vivir.

El exilio y su legado

A Casals, la guerra civil española le dolió sobremanera. Partidario de la República, se exilió en la localidad francesa de Prades, antigua capital histórica del condado catalán del Conflent, tras el triunfo de Franco. Desde allí, usó su fama para alzar su voz en contra del fascismo.

En 1950, el violinista y director de orquesta Alexander Schneider convenció a Casals para celebrar un festival, hoy llamado “Festival Pablo Casals de Prades”. La idea fue del pianista Mieczyslaw Horszowski, quien dijo: “Usted no puede condenar su arte al silencio. Si no quiere abandonar Prades, quizá permita que nosotros vengamos hasta aquí, un grupo de músicos, y celebremos el bicentenario de la muerte de Bach”.

Un hombre mayor, una mujer y otro hombre hablan sentados alrededor de una mesa.

El Secretario General de la ONU, Dag Hammarskjöld (derecha), charla con Pablo Casals y su esposa Marta antes de que el violonchelista tocara en la sala de la Asamblea General en 1958.
 United Nations via IMS Vintage Photos 
 

Fue una leyenda viva, siendo su imagen de la última etapa de su vida la que ha transcendido a la posteridad. Supo que la música le daba voz, por lo que, violonchelo o batuta en mano, se dedicó a la música por y para la paz. Dirigió interpretaciones de su oratorio El pessebre por todo el mundo y también, a encargo del secretario general de la ONU, hizo un himno para la organización –aunque no está reconocido como el himno oficial de la ONU–.

El culmen de esta misión se vivió el 24 de octubre de 1971 en la Asamblea General de la ONU. Tras recibir la Medalla de la Paz, a sus 94 años, pronunció su famoso discurso “I’m a Catalan (Soy catalán)”. Allí reivindicó sus orígenes y reclamó paz en el mundo, en contra de la inhumanidad y brutalidad de la guerra, después de dirigir un concierto donde también tocó el “Cant dels ocells”.

Su muerte acrecentó el mito. En sus últimos años, su vida personal fue moldeada y construida en más de treinta biografías, donde tanto él como su entorno se encargaron de crear su legado.

La biografía pendiente de Pau Casals

Conocemos sus luces, pero mucho queda por saber sobre algunas sombras que, en parte, la investigadora Silvia Lazo apuntó en su tesis doctoral de hace 10 años.

Porque, hoy en día, sigue persistiendo una imagen distorsionada e idealizada de quien es uno de los grandes de la historia de la música. Es parte de su vida personal, que nunca destacó en la información que proporcionaba a sus biógrafos, la que plantea más interrogantes.

Por ejemplo, sus biografías no son claras sobre su relación con Frasquita de Capdevila, su “compañera de vida”, con la que, después de más de 30 años de convivencia, amistad y trabajo, se casó poco antes de la muerte de esta en 1955.

Décadas antes había contraído matrimonio con la mezzosoprano norteamericana Susan Metcalfe, en 1914. Su unión se alargó mucho en el tiempo porque, aunque ya no convivían, no firmaron los papeles hasta que Casals los necesitó para casarse de nuevo. Entre las incógnitas que plantea esta relación se encuentra la mencionada en una carta que Pau escribió a Metcalfe el día 31 de mayo de 1904, el mismo año en el que se conocieron. En esa misiva, el maestro habla de que Metcalfe conoce su secreto, “el secreto”. ¿A qué se refería Casals en la carta?

Un hombre toca el piano dentro de una casa mientras una mujer le observa situada de pie detrás de él.
El violonchelista español Pablo Casals (1876-1973) con su esposa Susan Metcalfe Casals (1878-1959), mezzosoprano estadounidense. Library of Congress

Además, Casals mantuvo una relación con la violonchelista portuguesa Guilhermina Suggia, a la que a posteriori, apenas hizo referencia. Martita Casals fue su última esposa, a pesar de la controversia producida en su entorno. Cuando se casaron, ella tenía 21 años y él 80.

En Puerto Rico, la llegada de Casals (una visita temporal que se convirtió en permanente) contribuyó a la creación del Festival Casals, la orquesta y el conservatorio, pero también supuso un expansionismo cultural occidental frente a la cultura local, que fue pisoteada.

Esto fue parte de la “Operación Serenidad”, uno de los tres grandes proyectos junto con la “Operación Manos a la Obra” y la “Operación Estado Libre Asociado” que llevó a cabo el primer Gobernador de Puerto Rico, Luis Muñoz Marín, de la mano de los Estados Unidos de América. No se sabe si el uso que se hizo del nombre de Casals dentro de esta estrategia fue con conocimiento del violonchelista o sin él.

En su relato de vida, tampoco se habla mucho de su temperamento o su depresión, omitidos o suavizados.

Queda mucho por aprender del músico que hay detrás del mito. Casals tuvo una frase que aplicó a todos los ámbitos de su vida: “Libertad… ¡pero con orden!”. Tocando la música de Bach, así lo hacía, con su característico “tiempo robado”.

Durante 75 años enseñó a alumnos su particular técnica del violonchelo y visión musical en diferentes lugares y situaciones, creando una escuela que se extiende hoy día por todo el mundo a través de sus discípulos. 50 años después de su muerte, hay que recuperar y reivindicar al gran músico que fue, separando si es necesario (o posible) al artista de su biografía personal. No por renegar de su vida, sino por poner en valor su música, que ahora se encuentra eclipsada por el icono pop.

La importancia de su legado musical es incuestionable, pero ¿quién fue Pau Casals?

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

De las palabras a los hechos: las leyes raciales del nazismo

 es Catedrático de Filosofía del Derecho, Bioética e Inteligencia artificial, Universidad Pública de Navarra

El 14 de julio de 1933 el gobierno de Hitler aprobó la Ley para la Prevención de Progenie con Enfermedades Hereditarias con el objetivo de esterilizar a personas que eran consideradas biológicamente inferiores.

En principio, esta ley había sido promulgada para impedir la trasmisión de enfermedades hereditarias. Pero en realidad sirvió para llevar a cabo una política general de esterilización obligatoria, así como de exterminio, de las personas que padecían defectos físicos o mentales.

Adolf Hitler, considerado por algunos especialistas como el gran simplificador, estaba convencido de que la supremacía de los arios solo era posible a través de la regeneración y purificación de la sangre germana.

De ahí que dos años después, el 15 de septiembre de 1935, promulgara la “Ley para la protección de la sangre y el honor alemanes” y promoviera la aplicación del Programa Aktion T4, en virtud del cual perdieron la vida más de 70 000 enfermos de párkinson, alzhéimer o epilepsia a los que practicaron la “eutanasia compasiva”.

El motivo no ofrecía lugar a dudas para los dirigentes nazis. La salud e “higiene racial” eran prioritarias. Inexcusablemente. El racismo biológico debía imponerse sacrificando los principios de igualdad, libertad o dignidad emanados del liberalismo precedente.

Fotografía propagandística de una mujer Archivo Federal de Alemania / Wikimedia Commons, CC BY-SA

El racismo histórico

Es preciso recordar que, con anterioridad, teóricos racistas como el Conde Bufon en Historia Natural, así como el Conde de Gobineau, a través del Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas en 1853, habían defendido que la raza blanca ocupaba el nivel superior y que la mezcla racial resultaba degenerativa.

Sin embargo, conviene precisar a este respecto que el concepto de “raza”, al igual que el de “población”, no deja de ser tan solo una abstracción de carácter especulativo, que carece de correspondencia empírica alguna. De hecho, el término “raza” no describe ninguna cualidad humana, específica, que sea diferenciada, y menos hace referencia a ningún dato objetivo.

No obstante, una vez más, el mito de la raza tan extendido por Europa, irrumpía de nuevo. La puesta en práctica de la política racial nazi era la prueba de que los mitos, más allá de su eventual atractivo romántico o literario, pueden erigirse en armas poderosas que entrañan graves peligros. Podría decirse que están preñados de fantasmas y que son capaces de engendrar barbarie.

A veces, los mitos salen de las cavernas en las que hibernan, entran en acción seduciendo a las mentes y entonces se tornan mortíferos, pues se comportan, tal y como advierten Yves Ternon y Socrate Helman, “como el gas que desintegra el alma, degrada la razón y aniquila la voluntad de ser libre”.

No ha de extrañar que, a partir de esas coordenadas, tanto los judíos como los gitanos, los minusválidos o los enfermos mentales, fueran percibidos por el nazismo como un claro peligro para el desarrollo del ideal de la pureza genética del pueblo alemán, eje central de su proyecto político.

Crisis económica y proyecto totalitario

Conviene recordar que tanto la situación económica que padecía Alemania por la hiperinflación de 1923 como la crisis de 1929 acentuaron las dificultades de un país estragado tras la derrota de la Primera Guerra Mundial en un proceso de creciente inestabilidad política y fragilidad institucional.

La firma del Tratado de Versalles había desplazado a Alemania del puesto que ostentaba anteriormente, reservado a las grandes potencias. Previamente, el representante del gobierno británico, J. M. Keynes, había anticipado las consecuencias que podrían derivarse de unas condiciones de reparación de guerra tan exigentes. A partir de entonces, numerosos desempleados, comerciantes y empresarios arruinados se dejaron seducir por las expectativas que generaba el discurso nacionalsocialista.

Entre tanto, los dirigentes nazis se sirvieron de técnicas de propaganda de masas e hicieron uso de un lenguaje metafórico, a veces eufemístico. Hablaban en términos de “plaga” aludiendo a los judíos y de “bacilos” o “bacterias” para referirse a los gitanos, y los consideraban nocivos para el organismo social, es decir para la salud del Estado.

La expresión habitual de “sobres vacíos” o “cuerpos sin alma” asignada a los enajenados mentales, así como “solución final” para apelar al holocausto, formaban parte de una estrategia planificada que perseguía como objetivo vaciar de contenido y alterar el significado de las palabras.

Advertencias del riesgo totalitario.

Pocos autores como el escritor judío de origen austríaco Stefan Zweig fueron capaces de hacer público, antes de la llegada al poder del nacionalsocialismo, el grave riesgo en el que estaba incurriendo Alemania.

En reiteradas ocasiones advirtió que el gobierno del país podía caer en manos de un régimen totalitario de carácter fascista, tal y como sucedía ya en Italia. Esto haría retroceder al continente europeo a periodos históricos de crueldad y violencia prácticamente olvidados.

Sus palabras siguen siendo tan expresivas como elocuentes cuando afirmaba, para referirse al ambiente que impregnaba el avance de la ideología nazi: “la mentira extiende descaradamente sus alas y la verdad ha sido proscrita; las cloacas están abiertas y los hombres respiran su pestilencia como un perfume”.

Del mismo modo, el creador del psicoanálisis Sigmund Freud, igualmente judío de origen, había manifestado, antes huir de Viena para vivir en Londres: “Nunca se sabe adónde se irá por ese camino. Primero uno cede en las palabras, después poco a poco en la cosa misma”.

Han pasado ya nueve décadas, pero el deber de recordar aquellos hechos ignominiosos se ha convertido en un imperativo moral que no podemos eludir. Ignorarlos u olvidarlos sería un acto de negligencia. Máxime, teniendo en cuenta la fuerza que está adquiriendo en los últimos años el discurso xenófobo y ultranacionalista de la extrema derecha.

En última instancia, tal y como advertía el Premio Nobel de Literatura José Saramago: “Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizás no merezcamos existir”.

 es Catedrático de Filosofía el derecho. Bioética e Inteligencia artificial, Universidad Pública de Navarra

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

 

Hannah Arendt, una voz que sigue resonando con fuerza

. Catedrático de Filosofía el derecho. Bioética e Inteligencia artificial., Universidad Pública de Navarra

Nacida en Hannover (Alemania) en 1906, Hannah Arendt, hija de comerciantes judíos acomodados y secularizados, fue capaz de pensar su época examinándola con entera libertad, sin renunciar a un insobornable espíritu crítico. A pesar de tener que exilarse por el ascenso del nacionalsocialismo, se convirtió en una de las teóricas políticas más relevantes del siglo XX.

Siendo adolescente, ya con 14 años había leído obras de Immanuel Kant. Su biografía, tan procelosa como apasionada, nos permite saber que en 1924 inició los estudios universitarios en Marburgo donde conoció a Martin Heidegger. Con él mantuvo una estrecha relación intelectual y sentimental. Después siguió estudiando filosofía en Friburgo, y obtuvo el doctorado en Heidelberg en 1928 con la tesis El concepto del amor en San Agustín.

Sin embargo, la persecución de los judíos impulsada por Adolf Hitler a partir de 1933, nada más llegar al poder, la obligó a trasladarse a París, donde trabajó activamente para ayudar a jóvenes judíos que aspiraban emigrar a Palestina. Cuatro años después, el régimen nazi le retiró la nacionalidad y vivió como apátrida hasta que obtuvo la nacionalidad estadounidense en 1951, gracias a la cual pudo desarrollar una intensa actividad profesional.

Periodista, profesora, intelectual

Además de ejercer como periodista sobre temas políticos y sociales en diversos medios de comunicación, Arendt fue profesora en las universidades de Nueva York, Chicago, Columbia y Berkeley. En 1959 se convirtió en la primera mujer que impartió docencia en la Universidad de Princeton. En todo momento defendió públicamente que “no hay pensamientos peligrosos. Pensar, en sí mismo, es peligroso”.

A este respecto, el filósofo Hans Jonas, amigo personal y autor de la célebre obra El principio de responsabilidad, en la que criticaba abiertamente la evolución seguida por la ciencia moderna y los riesgos que conlleva el uso de la tecnología, se refería a ella afirmando: “Pensar era su pasión, y para ella pensar era una actividad moral”.

Su condición de testigo de una época histórica, caracterizada por la violencia de las dos guerras mundiales durante la primera mitad del siglo XX, motivó que Arendt fuera muy consciente de la fragilidad de los derechos y de la vulnerabilidad a la que se veían sometidos permanentemente los ciudadanos. Los enemigos de la libertad cambian, pero no desaparecen, insistía una y otra vez. De ahí su determinación y compromiso intelectual con su tiempo.

Con la destreza propia de un cirujano, utilizaba su capacidad de análisis como si fuera un bisturí certero y preciso con el objetivo de diseccionar la realidad que la circundaba. Celosa de su integridad e independencia, Arendt no cedió a las presiones de su entorno cultural. Siempre rechazó identificarse con cualquier ideología, incluida la sionista.

Tanto sus palabras aceradas, que se convertían en dardos dirigidos a una diana siempre en movimiento, como sus frases incisivas parecían destellos que surgían a modo de “relámpagos de pensamiento”. No es de extrañar que, con motivo de la fundación del Estado de Israel, afirmase sin ambages: “Nunca en mi vida he ‘amado’ a ningún pueblo o colectivo, ni al pueblo alemán, ni al francés, ni al norteamericano, ni a la clase obrera, ni a nada semejante. En efecto, solo ‘amo’ a mis amigos y el único género de amor que conozco y en el que creo es el amor a las personas”.

Trabajadora infatigable, amén de escritora de pluma ágil, publicaba artículos semanales en The New Yorker a través de los cuales insistía en la relevancia de defender “el derecho a tener derechos”. Entre sus obras principales destacan: La condición humanaEichmann en Jerusalén: Un estudio sobre la banalidad del mal y Hombres en tiempos de oscuridad.

El totalitarismo de ayer y hoy

En 1951 publicó Los orígenes del totalitarismo, un estudio exhaustivo en el que exponía tanto la génesis como el desarrollo histórico del antisemitismo, el imperialismo y los totalitarismos. A través de sus páginas evidenciaba la estrategia y argucias que habían seguido entonces los líderes de masas para conseguir la adhesión de acólitos con el fin de convertirlos en súbditos pasivos y silentes.

Era una estrategia nada distinta, por otra parte, de la que practican ahora numerosos dirigentes políticos, con frecuencia populistas, que tratan de seducir a los votantes con estratagemas y falsedades continuas. Como precisaba la pensadora alemana, antes de acceder al poder para “encajar la realidad en sus mentiras, su propaganda se halla caracterizada por su extremado desprecio por los hechos como tales”.

En la actualidad, a pesar de haber transcurrido casi medio siglo desde su muerte, la voz de Arendt sigue resonando con fuerza. No es de extrañar que la profesora de Ética de la UNED, Amelia Valcárcel, considere que en los últimos años “nuestro mundo está siendo interpretado y entendido con sus categorías e ideas”. De hecho, la mayor parte de los grandes temas objeto de estudio por parte del pensamiento político de nuestra época están presentes en la obra de Arendt.

Entre ellos cabe mencionar las propuestas que planteaba en Verdad y mentira en la política con el fin de evitar que los ciudadanos se vieran reducidos tan solo a la condición de empleados y consumidores, al tiempo que una especie de apatía moral se extendiera cada vez más entre la población.

Adelantada a su tiempo

Podría decirse que Arendt fue, en palabras de Friedrich Nietzsche, una especie de “parto prematuro”. Y, sin embargo, a pesar de los avatares y adversidades que tuvo que afrontar a lo largo de su vida, hizo gala permanente de una impecable autonomía a la hora de defender sus principios morales. De ahí que ni su criterio personal ni el espíritu crítico que regían sus decisiones palidecieran en ningún momento.

De hecho, a pesar de recibir con el paso del tiempo diversos premios y homenajes por el rigor y profundidad de sus obras de teoría política, tanto en varios países europeos como en Estados Unidos, fue consciente de que “nada es más transitorio en nuestro mundo, menos estable y sólido, que esa clase de éxito que trae consigo fama; nada acontece más deprisa y más rápidamente que el éxito”.

Cuando el actual presidente de EE. UU., Joe Biden, comenzó su primer mandato como senador, escribió a Hannah Arendt el 28 de mayo de 1975 para pedirle una copia de Verdad y mentira en la política. Ahí la escritora analizaba las mentiras que generaba la maquinaria de la publicidad, así como la influencia del marketing en la manipulación de la vida política. El ensayo también anticipaba la eclosión y proliferación indiscriminada de las fake news.

Una muestra elocuente de su lucidez quedó reflejada en uno de sus últimos diarios, donde la pensadora alemana escribió: “La muerte es el precio que pagamos por la vida que hemos vivido. Es de miserables no querer pagar ese precio”.

Catedrático de Filosofía el derecho. Bioética e Inteligencia artificial., Universidad Pública de Navarra

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

Enseñar a leer y entender: estrategias para la comprensión lectora

, Titular de Universidad de Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidad Pública de Navarra

A los alumnos de primaria españoles les cuesta entender lo que leen.

Es la conclusión de los resultados del último informe de la Asociación Internacional para la Evaluación de Rendimiento Educativo (IEA) sobre el progreso de los estudiantes de cuarto de primaria en comprensión lectora. Este estudio (llamado PIRLS por sus siglas en inglés) evalúa las tendencias en el nivel de aprendizaje de los estudiantes, se desarrolla cada cinco años desde el 2001 y España participa desde 2006.

Comprender un texto es una tarea académica y constituye la base para aprender otras materias. Precisamente por esto nos preguntamos qué estamos haciendo mal y de qué manera se puede mejorar esta comprensión lectora.

Podemos utilizar, por ejemplo, esquemas de textos prototipos que nos permitan conocer cómo se organiza el texto. Incluir números, subrayados con distintos colores, etc., con la finalidad de ayudar a identificar al lector cuáles son las ideas principales y las ideas secundarias. Finalmente, plantearnos preguntas sobre el contenido que se acaba de leer.

Una lectura más profunda y activa

Los docentes disponemos de métodos contrastados para mejorar la comprensión. Estos métodos se basan en que los estudiantes empleen estrategias que les permitan leer de manera más activa y profunda. Destacamos algunas de ellos, propuestos por el equipo del psicólogo de la educación estadounidense Roger H. Bruning, una referencia en este campo:

  1. Promover la colaboración y la interacción entre los estudiantes para facilitar el aprendizaje mutuo.
  2. Fomentar un intercambio de preguntas y respuestas, creando un diálogo entre el docente y los estudiantes.
  3. Aprovechar las interacciones lúdicas con el objetivo desarrollar habilidades de aprendizaje autónomo.
  4. Desarrollar la comprensión de lectura a través del análisis y la comprensión de los conceptos clave presentes en el texto.

Una lectura por etapas

La mejora de la comprensión lectora se desarrolla a lo largo de tres etapas:

  1. En los momentos iniciales, antes de empezar a leer, podemos aplicar estrategias previas a la lectura. Por ejemplo: recapitular todo lo que ya conocemos del tema que vamos a leer, es decir, activar nuestros conocimientos previos; animarnos hacer predicciones –como por ejemplo “qué pasaría si…”–, anticipar posibles finales a un texto, hipotetizar sobre situaciones. Finalmente, plantearnos preguntas sobre qué sabemos sobre el texto al que nos enfrentamos. Por ejemplo, si voy a leer un texto del cambio climático qué sé del cambio climático.
  2. Estrategias durante la lectura: identificar partes relevantes del texto (con subrayados), utilizar estrategias de apoyo y repaso que nos ayuden a comprender y retener la información del texto. Por ejemplo, elaborar resúmenes, tomar notas, crear esquemas o mapas conceptuales, generar preguntas sobre el contenido, buscar definiciones de palabras desconocidas, entre otras.
  3. Finalmente, cuando terminamos de leer un texto es posible aplicar otras estrategias posteriores a la lectura. Por ejemplo: identificar la idea principal, crear un resumen esquemático, formular nuevas preguntas y responder a las formuladas al inicio del texto.

Algunas recomendaciones prácticas

El prestigioso psicólogo educativo estadounidense Richard Mayer recomienda utilizar organizadores previos para incrementar la comprensión lectora, enseñar estrategias importantes de modo explícito y animar a sus estudiantes a leer, a ser lectores activos y aprendices activos de vocabulario.

En esta línea, el psicólogo Fernando Doménech Betoret propone cinco estrategias básicas para fomentar la comprensión lectora:

  1. Determinar la importancia de lo que se está leyendo: subrayar con distintos colores la idea principal y las ideas secundarias, por ejemplo.
  2. Resumir la información: crear un texto nuevo diferente que represente la idea original del texto.
  3. Realizar inferencias: los textos dejan cosas sin decir y la comprensión depende de que deduzcamos la información no presente.
  4. Generar preguntas: los lectores competentes suelen hacerse preguntas sobre su comprensión.
  5. Supervisar la comprensión de forma constante, no esperar al final: los lectores competentes saben cuándo comprenden y cuándo no comprenden.

Algunas aplicaciones y páginas webs

Por último, los docentes pueden utilizar en sus clases diferentes aplicaciones que fomentan la comprensión lectora de forma lúdica y creativa:

  1. ReadUp: Aprender a leer y mejorar la lectura, Aprender a leer 2 Grin y Uipi.
  2. OXBOOKS, Cuentos cortos por OX.
  3. Galexia, Mejora de la Fluidez Lectora.
  4. Read Along, Sistema Lea.

También disponemos de materiales elaborados por los propios docentes que difuden en blogs. Algunas consejerías de Educación están elaborando materiales que los docentes pueden aplicar en sus aulas.

Finalmente, podemos fomentar la comprensión lectora desde clase y casa, con el uso de diversas estrategias que ayuden a los lectores a comprender, analizar y relacionarse con los textos de manera efectiva. Al aplicar estrategias específicas, los lectores pueden mejorar su capacidad para extraer significado, interpretar información y construir un conocimiento sólido a partir de lo que leen.

Titular de Universidad de Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidad Pública de Navarra

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.