Trabajadoras de la limpieza: ¿por qué son un colectivo olvidado?

José Javier López Goñi, profesor Titular del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), Begoña Haro Escribano, Universidad Complutense de Madrid e Iván Fernández Suárez, UNIR-Universidad de La Rioja

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se deben incorporar nuevos instrumentos a la prevención de riesgos laborales, métodos enfocados en preguntar a las personas cómo se sienten, recabando también datos subjetivos.

Cuando acudimos a cualquier oficina o lugar público en el que se nos atiende para velar por nuestros derechos, nuestra salud o simplemente para comprar damos por sentado que se encontrarán limpios y en unas óptimas condiciones. Y, sin embargo, pocas veces vemos a quienes día tras día dejan los entornos de trabajo impolutos. De hecho, es muy probable que no nos imaginemos a la médica, a la directora del banco o al profesor limpiar sus puestos de trabajo.

Limpiar parece que está por debajo de sus atribuciones y, probablemente, si pensamos muy rápido sin detenernos a sopesar detalladamente nuestros prejuicios, hasta creamos que no es un trabajo lo suficientemente digno. Nada más lejos de la realidad. El mejor hospital del mundo, el mayor banco, la tienda más lujosa o la mejor universidad sucias no tendrían ningún valor.

¿Pero quiénes son estas personas que limpian? Probablemente, uno de los colectivos más olvidados e invisibilizados de nuestra sociedad.

La actividad de limpieza está mayormente desempeñada por mujeres. Es un trabajo solitario y realizado en horarios inusuales, ya sea en la madrugada o al final del día, durante los periodos de menor producción y cuando no se molesta a la clientela y a los trabajadores.

Además, no es extraño que a algunos les parezca indigno, puesto que suele caracterizarse por los bajos salarios y el escaso reconocimiento debido a que prácticamente no requiere cualificación alguna.

Agotamiento físico y mental

Esta situación contribuye a que la labor sea exigente, a veces llevada a cabo en condiciones precarias, con posibles efectos adversos en la seguridad y la salud de las trabajadoras que, además, probablemente dupliquen su jornada laboral ejerciendo las mismas tareas en sus propios hogares. Es un fenómeno conocido como doble presencia que contribuye al agotamiento físico y mental de las mujeres de este sector.

Dada esta situación, nuestro equipo de investigación decidió acercarse a este colectivo para valorar cómo percibían su estado salud, visibilizar los factores de riesgo psicosocial a los que estaban expuestas y comparar la percepción de salud entre quienes estaban expuestas a esos riesgos y quienes no. Un acercamiento del que no tenemos constancia que se hubiese realizado antes en España.

En nuestro estudio, en el que recabamos información de 455 empleadas de la limpieza de toda España, encontramos que, en líneas generales, la salud percibida era buena, con ausencia de valores extremos. En cuanto a los riesgos psicosociales, una de cada cuatro no se sentía reconocida por el trabajo que realizaba ni por sus logros ante sus superiores jerárquicos.

Esto es paradójico, puesto que la limpieza es un trabajo esencial que no se valora cuando se realiza bien, y que puede detener el funcionamiento de las organizaciones cuando se ejecuta mal. Por lo tanto, las personas usuarias de los servicios, los miembros de las organizaciones y los responsables de las entidades debemos reconocer la tarea que realizan estas mujeres y valorar el trabajo que hacen.

Por otro lado, encontramos que, tal y como intuitivamente esperábamos, aquellas mujeres que estaban expuestas a algún riesgo psicosocial sentían tener un peor estado de salud. De una manera ilustrativa podríamos decir que siendo desagradecidos enfermamos a los demás.

¿Cuál es su estado de salud?

Este estudio proporciona otro dato relevante que debe ser considerado: cuando se les pregunta por su estado de salud, la percepción que tienen del mismo se centra en la salud objetiva que presentan –frecuencia de dolores reales y observables–. Esto requiere un cambio de paradigma en la vigilancia de la salud, puesto que las recomendaciones que se proponen en la actualidad se centran, exclusivamente, en el plano físico y no en el psicológico.

Las organizaciones también deberían tener en cuenta los riesgos psicosociales y abordarlos. Para llevar a cabo este cambio de paradigma se deben incorporar nuevos instrumentos a la prevención de riesgos laborales, métodos enfocados en preguntar a las personas cómo se sienten, recabando también datos subjetivos. La opinión de las personas debe formar parte de la ecuación en materia de prevención de riesgos laborales.

En resumen, recuerde que cada vez que acude a cualquier lugar, previamente alguien lo ha limpiado. Debemos ser agradecidos con aquellos que realizan lo que a nosotros tanto nos cuesta. A todos nos gusta que se nos reconozca el trabajo bien hecho, también a quienes limpian lo que nosotros ensuciamos.

José Javier López Goñi, Profesor Titular de Universidad. Área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico, Universidad Pública de Navarra; Begoña Haro Escribano, Colaboradora investigadora y profesora, Universidad Complutense de Madrid y Iván Fernández Suárez, Profesor en el máster en Prevención de Riesgos Laborales. Consultor PRL para Fraternidad Muprespa. Grupo de investigación TR3S-i, Trabajo Líquido y Riesgos Emergentes en las Sociedad de la Información., UNIR – Universidad Internacional de La Rioja

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

La clave del éxito empresarial: delegar responsabilidades de manera eficiente

Lucía Garcés Galdeano, profesora Titular del Departamento de Gestión de Empresas de la Universidad Pública de Navarra (UPNA)

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una vez delegada la tarea, permitamos que la persona elegida trabaje de manera autónoma. Evitemos el monitoreo continuo y mostremos confianza en sus capacidades.

En el mundo empresarial, la capacidad de delegar responsabilidades de manera efectiva es una de las habilidades más valiosas que un gerente puede poseer. Delegar no solo beneficia a la empresa en términos de mejora de eficiencia económica y productividad, sino que alivia la carga de trabajo del gerente, y además también potencia la motivación y el crecimiento profesional del equipo. Pero ¿qué significa realmente delegar y cómo se puede hacer de manera eficiente?

¿Qué significa delegar responsabilidades?

Delegar responsabilidades implica asignar tareas, responsabilidad y autoridad a otros miembros del equipo para que puedan tomar decisiones e implementar acciones en nombre de la organización. Este proceso es fundamental para distribuir la carga de trabajo de manera equitativa y aprovechar al máximo las habilidades y el talento de todos los miembros del equipo.

La importancia de delegar y cómo hacerlo eficazmente.
Lucía Garcés

Estos son los pasos para delegar responsabilidades de una manera eficiente:

  1. Identificar las tareas delegables: no todas las tareas son aptas para delegar. Las tareas rutinarias o las tareas de investigación y recopilación de datos, o las que pueden ofrecer oportunidades de desarrollo profesional, son ideales para ser delegadas.
  2. Elegir a la persona adecuada: debemos asignar la tarea a alguien con las habilidades, experiencia e interés adecuados. Y también considerar las metas individuales de desarrollo profesional que pueden cumplirse con dicha tarea.
  3. Confianza y autonomía: una vez delegada la tarea, permitamos que la persona elegida trabaje de manera autónoma. Evitemos el monitoreo continuo y mostremos confianza en sus capacidades.
  4. Proporcionar instrucciones y objetivos claros: asegurémonos de que la persona comprende completamente la tarea, incluyendo los objetivos, plazos y recursos disponibles.
  5. Ofrecer apoyo y recursos: proporcionemos a la persona elegida los recursos necesarios y el apoyo adecuado para llevar a cabo la tarea, incluyendo formación específica y acceso a las herramientas necesarias para el buen desarrollo de la actividad.
  6. Establecer puntos de control y retroalimentación: programemos revisiones periódicas y ofrezcamos retroalimentación constructiva. Esto nos ayudará a identificar y resolver problemas temprano.
  7. Reconocimiento y evaluación: evaluemos los resultados una vez completada la tarea y proporcionemos reconocimiento por el trabajo bien hecho. Esto motiva a los empleados y refuerza la confianza en sus habilidades.

¿Por qué es importante delegar responsabilidades?

Desde el punto de vista del empleado, delegar responsabilidades tiene las siguientes ventajas:

  • Promueve la motivación y el compromiso: la delegación incrementa la motivación intrínseca y el compromiso al hacer que los empleados se sientan valorados y confiados para tomar decisiones.
  • Fomenta el desarrollo profesional: al ofrecer nuevas responsabilidades, se ayuda a los empleados a desarrollar nuevas habilidades y crecer profesionalmente.

Desde el punto de visa empresarial, delegar tiene estos efectos positivos:

  • Facilita el enfoque estratégico: permite a los gerentes enfocarse en tareas más estratégicas y de alto valor, mientras que las operativas son manejadas por otros miembros del equipo.
  • Mejora el uso del talento: la delegación permite que las tareas sean realizadas por aquellos que tienen las habilidades y el conocimiento más adecuados para ellas.
  • Mejora la productividad: una adecuada distribución del trabajo evita cuellos de botella y mejora la productividad general del equipo.
  • Facilita la adaptabilidad y flexibilidad: un equipo con tareas y responsabilidades bien distribuidas es más adaptable a los cambios y puede manejar mejor los cambios imprevistos.
  • Fomenta la innovación: delegar tareas y proyectos puede liberar la creatividad de los empleados, permitiéndoles abordar problemas y desafíos de manera innovadora impactando de manera positiva en la organización.

Consejos para delegar responsabilidades siendo gerentes

  • Conocer a nuestros equipo es fundamental: debemos comprender las fortalezas, debilidades, intereses y metas profesionales de cada miembro del equipo.
  • Comunicación clara: mantener una comunicación abierta y clara en todo el proceso de delegación es imprescindible. Hay que asegurarse de que todos entiendan sus roles y responsabilidades y evitar ambigüedades.
  • Empoderar al equipoo: debemos confiar en los empleados y darles la autonomía necesaria para tomar decisiones dentro de su ámbito de responsabilidad.
  • Ofrecer oportunidades de crecimiento: podemos utilizar la delegación como herramienta para el desarrollo profesional, asignando tareas que desafíen y desarrollen nuevas habilidades en nuestros empleados.
  • Practicar la tolerancia: hay que aceptar que habrá una curva de aprendizaje y que pueden ocurrir errores. Se pueden usar estos momentos como oportunidades de aprendizaje.
  • Brindar retroalimentación constructiva, de manera regular, para ayudar a los empleados a mejorar.
  • Reconocer el esfuerzo y el logro: valorar y reconocer públicamente el esfuerzo y los logros de nuestro equipo motiva a los empleados y refuerza la cultura de delegación efectiva.
  • Ajustar y aprender: evaluar regularmente el proceso de delegación y ajustar según sea necesario nos permite aprender de las experiencias y mejorar continuamente en nuestras habilidades de delegación.

Delegar responsabilidades es esencial para el éxito de cualquier organización. Al hacerlo de manera efectiva, los gerentes no solo alivian su propia carga de trabajo, sino que también fomentan un entorno de motivación y desarrollo para su equipo. La clave está en saber cuándo, cómo y a quién delegar, siempre manteniendo una comunicación clara y proporcionando el apoyo necesario. Además, asegura el uso óptimo del talento y prepara a la organización para el futuro mediante el desarrollo de habilidades de liderazgo en todos los niveles.


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Lucía Garcés Galdeano, Profesora Titular de Universidad. Departamento de Gestión de empresas, Universidad Pública de Navarra

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.