#UPNAResponde/#NUPekErantzun: ¿Qué consecuencias psicológicas puede generar un estado de cuarentena?
Responde: Javier Fernández-Montalvo, catedrático de Psicopatología del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra (UPNA).
La evidencia científica sobre las consecuencias psicológicas de la cuarentena no es muy numerosa. Son realmente muy pocos los estudios que se han dedicado a analizar este fenómeno. Paradójicamente, la información existente en las redes sociales es abrumadora, por lo que parece fundamental analizar qué se sabe realmente sobre este fenómeno. Existen precedentes de medidas similares de cuarentena durante epidemias anteriores. Por ello, se acaba de publicar un artículo de revisión en The Lancet (Brooks y Webster, 2020 [1]), que analiza la evidencia existente sobre los efectos psicológicos de la cuarentena. Para ello, se han tenido en cuenta 24 estudios con datos relevantes, que se llevaron a cabo durante las crisis del SARS (2003), Gripe A (2009-2010), MERS (2012-2013) o Ébola (2014), entre otros. A continuación, se resumen los principales hallazgos encontrados en las personas que han pasado por una cuarentena:
a) Mayor propensión a presentar síntomas del trastorno por estrés agudo: agotamiento, desapego, ansiedad, irritabilidad, insomnio, poca concentración e indecisión, y deterioro del desempeño laboral.
b) Aumento de la prevalencia de síntomas de angustia y problemas psicológicos generales: trastornos emocionales, trastornos depresivos, trastornos de ansiedad y síntomas de estrés postraumático. El bajo estado de ánimo y la irritabilidad destacan por tener una elevada prevalencia.
c) La cuarentena derivada del contacto cercano con un caso positivo aumenta los sentimientos negativos durante el período de cuarentena: temor, nerviosismo, tristeza y culpabilidad.
d) Los niños/as presentan puntuaciones medias de estrés postraumático cuatro veces más elevadas, en comparación con aquellos/as que no han estado en cuarentena.
e) La cuarentena es un predictor de síntomas de estrés postraumático y de depresión en trabajadores sanitarios, incluso tres años después de la misma.
f) Los antecedentes de problemas de salud mental se asocian con ansiedad e irritabilidad, hasta 4-6 meses después del final de la cuarentena. Después de este período, muchas personas continúan desarrollando conductas de evitación: evitar a las personas que tosen o estornudan, rehuir los lugares cerrados e, incluso, los espacios públicos en las semanas posteriores a la cuarentena, etc.
g) Los trabajadores de la salud que han sido puestos en cuarentena presentan síntomas más graves de estrés postraumático que el resto de la sociedad general y sienten una mayor estigmatización, exhiben más conductas de evitación después de la cuarentena y están más afectados psicológicamente: presentan más sentimientos de enfado, molestia, miedo, frustración, culpa, impotencia, aislamiento, soledad, nerviosismo, tristeza, preocupación y se sienten menos felices. También en este colectivo la probabilidad de pensar que están contagiados y que pueden propagar el virus a otros es mayor.
Estos son los únicos datos científicos que se tienen hasta la fecha sobre el impacto psicológico de la cuarentena. Se necesitan, por tanto, más estudios que valoren de forma precisa las consecuencias psicológicas del confinamiento actual, así como los factores mediadores que durante y después de la cuarentena influyen en el mayor o menor desarrollo de sintomatología específica. Entre los factores estresantes durante la cuarentena, destacan la duración de la misma, el miedo a la infección, la sensación de frustración y aburrimiento, tener suministros básicos inadecuados (comida, agua, ropa, etc.) y recibir información inadecuada y poco precisa. Entre los factores estresantes tras la cuarentena, sobresalen las pérdidas económicas como resultado de la misma y el estigma que rodea a las personas puestas en cuarentena. Se sabe que estos factores aumentan la probabilidad de desarrollar problemas específicos como resultado de la cuarentena, por lo que constituyen aspectos fundamentales a tener en cuenta para el desarrollo de consejos psicológicos basados en la evidencia, que permitan afrontar lo más adecuadamente posible el confinamiento y mitigar así las consecuencias de la cuarentena. No se debe olvidar que la capacidad de adaptación del ser humano a las circunstancias adversas es inmensa. Las personas más vulnerables, con un punto de partida más débil (soledad, exclusión, pobreza, problemas mentales previos, etc.), son las que más probabilidad tienen de verse afectadas. Probablemente, la mayoría de nosotros saldremos fortalecidos de la situación actual.
[1] Brooks, R. K. y Webster, L. E. (2020). The psychological impact of quarantine and how to reduce it: rapid review of the evidence. The Lancet, 395, 913-920.
Nota: las personas interesadas podrán plantear a investigadores de la UPNA cuestiones relacionadas con el coronavirus o el estado de alarma a través del correo electrónico vicerrectorado.proyeccionuniversitaria@unavarra.es, incluyendo en el asunto #UPNAResponde/#NUPekErantzun.