#UPNAResponde/#NUPekErantzun: ¿Qué estrategias de acompañamiento podemos desarrollar para combatir la soledad?
Responde: Víctor Sánchez Salmerón, investigador del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad Pública de Navarra (UPNA).
No cabe la menor duda de que las nuevas tecnologías tienen un potencial enorme para romper las barreras comunicativas que comportan el periodo de confinamiento que vivimos. Tras la primera semana de cuarentena, se ha intensificado más si cabe el papel central de las nuevas tecnologías en nuestro día a día. Las TICs (tecnologías de la información y las comunicaciones) están mostrándose esenciales para favorecer el teletrabajo de muchos sectores profesionales, o para mantener activa la vida académica. Con tanta o más intensidad, están contribuyendo a entretenernos, informarnos y mantener el contacto con familiares y personas allegadas. Por ello, si tanto nos están facilitando a las generaciones más jóvenes a superar la actual coyuntura de confinamiento, ¿por qué no también a las personas mayores?
No se puede negar que existen importantes brechas en el uso de las nuevas tecnologías, sobre todo, etarias (de edad) y socioeconómicas. El uso de estas es especialmente bajo entre los sectores de población de mayor edad. Sin embargo, estudios recientes concluyen que las personas mayores se muestran muy abiertas al aprendizaje del uso de nuevas tecnologías, y que las generaciones más jóvenes tienen un papel fundamental a la hora de motivar y facilitar su uso y adopción entre sus mayores.
Así entonces, las nuevas tecnologías pueden —y deben— ponerse al servicio de las personas mayores para que puedan beneficiarse también de las bondades de las TICs nos están proporcionando en estos días de aislamiento. Y esto no es una novedad. El teleacompañamiento —sobre todo telefónico— es un recurso ya conocido y empleado por entidades que trabajan con población mayor para atender situaciones de soledad y especial vulnerabilidad. En la actual coyuntura, es muy importante reforzar esta función, pero también dar un salto cualitativo en el uso de nuevos medios (redes sociales, mensajería instantánea, videollamadas…) para acompañar a nuestros mayores, independientemente de que se enfrenten o no a situaciones como las anteriores. Y esto, porque como señala, por ejemplo, un reciente informe elaborado por el Observatorio Social de La Caixa, la soledad no se siente solo por no estar acompañada, sino que tiene sobre todo que ver con la percepción de sentirse apoyada y con capacidad de encontrar apoyo caso de necesidad. La incertidumbre y el miedo que padecen las personas estos días hacen más urgente si cabe hacer notar este apoyo.
La extraordinaria labor del sector sanitario durante las últimas semanas, y el compromiso colectivo con las medidas de distancia social son imprescindibles para proteger y cuidar a las personas mayores en tanto población en situación de riesgo. Pero es necesario también prestar atención y mitigar las consecuencias psicosociales que para muchas personas mayores pueda tener el aislamiento de estos días haciendo uso de todos los medios posibles. Las redes colectivas de ayuda mutua que están surgiendo estos días contribuyen sin duda a ello. Pero también el contacto telefónico, telemático y virtual tiene que incorporarse a la lucha contra la soledad de muchas personas mayores. Estamos a tiempo como se señalaba anteriormente —en la medida que lo permita el confinamiento— de introducir a las personas mayores en su uso, y de ayudarles a adaptarse a los nuevos canales de interacción y comunicación social, también con vistas a mejorar su bienestar relacional en el futuro que vendrá después de la crisis.
Nota: las personas interesadas podrán plantear a investigadores de la UPNA cuestiones relacionadas con el coronavirus o el estado de alarma a través del correo electrónico vicerrectorado.proyeccionuniversitaria@unavarra.es, incluyendo en el asunto #UPNAResponde/#NUPekErantzun.