Una reflexión en torno a la cooperación y el aseguramiento de actividades deportivas transfronterizas. ¿Un nuevo paradigma de las relaciones internacionales?
La nueva dimensión geopolítica de un contexto europeo e internacional, presidido por la evidencia sobrevenida de que las reglas que han gobernado las relaciones internacionales están en cuestión y han devenido ya obsoletas, requiere, por parte de la academia y de la sociedad, un ejercicio de análisis crítico y reflexivo que nos permita interiorizar que el mundo ya no queda integrado únicamente por actores estatales. Sin duda, estos grandes actores de un pasado reciente han cedido protagonismo a otra realidad compuesta de grandes corporaciones multinacionales, actores no estatales y actores no gubernamentales.
En efecto, nos adentramos en un siglo XXI con grandes retos globales, entre otros, migraciones, exclusión social, cambio climático, degradación medioambiental, trata de seres humanos, pobreza y los crecientes intentos de retorno a la clara delimitación y demarcación de las fronteras (Brexit del Reino Unido/ des-Unión Europea) y el nítido mantenimiento de un concepto de poder de los Estados sobre el territorio anquilosado en una concepción del siglo XIX que fomenta, en detrimento de la evolución, una clara involución que olvida que la persona, sus obligaciones, sus derechos y libertades deben erigirse protagonistas.
La consolidación del viejo proyecto de los Estados Unidos de Europa no puede permitirse el lujo de no avanzar significativamente en los próximos años, pues de él dependen las crecientes aspiraciones de un mundo y de una sociedad y ciudadanía, la europea, que requieren hoy de la internacionalización de empresas, del desplazamiento transfronterizo de personas trabajadoras y sus familias, de la cooperación transfronteriza entre entes territoriales y/o Administraciones públicas para la prestación de servicios públicos y/o privados conjuntos, y de una respuesta global lo más consensuada posible para garantizar la protección de los Derechos Humanos.
Sin lugar a dudas, son tiempos difíciles para una Europa ante un gran dilema, su mayor integración, y cabe plantearse qué utilidad puede aportar un elenco de instrumentos normativos e institucionales que permitan consolidar la cooperación transfronteriza y su utilidad social y beneficio para el conjunto de la ciudadanía navarra y vasca.
La pluralidad legislativa en ocasiones plantea problemas y distorsiones para la ciudadana y el ciudadano transfronterizo en multitud de ámbitos, también para las actividades deportivas transfronterizas y su aseguramiento. Recuérdese que la Unión Europea contribuirá al desarrollo de la dimensión europea del deporte, “promoviendo la equidad y la apertura en las competiciones deportivas y la cooperación entre los organismos responsables del deporte, y protegiendo la integrad física y moral de los deportistas”.
La cooperación transfronteriza puede aflorar en diversos y muy variados sectores como el turismo, el desarrollo regional, la gestión compartida de residuos, las actividades deportivas transfronterizas, la creación y fomento de sociedades públicas y/o agencias para el desarrollo de las comarcas fronterizas, sus economías locales, la generación de empleos de calidad y la organización de eventos deportivos transfronterizos por parte de universidades públicas.
El estudio y análisis del marco jurídico transfronterizo aplicable a cuestiones litigiosas que puedan suscitarse a partir de daños que podrían acontecer como consecuencia de la realización de eventos deportivos transfronterizos (en especial, en eventos de índole deportiva celebrados en el marco transfronterizo vasco-navarro y francés) presenta una complejidad jurídica indudable, debido a la coexistencia de diversos bloques normativos que son de aplicación (europeo, internacional, nacional, regional y autonómico). Esto no debe atemorizarnos a la hora de comprender, en clave de futuro, la transcendencia de la consolidación de la cooperación transfronteriza en diversos sectores.
En definitiva, el fomento y la mejora de los instrumentos normativos para la cooperación transfronteriza nos permitirá asistir a una mayor integración de la Unión Europea y a la consolidación de una sociedad de naciones que pivote alrededor de la ciudadanía europea, la persona, sus obligaciones, derechos y libertades.
Esta entrada ha sido elaborada por Unai Belintxon Martin, profesor e investigador del Departamento de Derecho de la Universidad Pública de Navarra (UPNA)