Responde: Francisco Javier Sanz Morales, geólogo y docente del
Departamento de Ciencias de la Universidad Pública de Navarra.
Si algo nos ha enseñado esta situación extraordinaria en la que nos encontramos debido a la Pandemia del COVID-19, es habernos dado cuenta de la importancia y la necesidad de salir e interaccionar con el exterior. Disfrutar de un día en la Naturaleza se ha convertido en un aspecto muy codiciado en nuestras vidas. Este deseo nos ha hecho a su vez más sensibles ante la necesidad de cuidar nuestro entorno natural. Esta sensibilidad creciente nos permite apreciar algo de lo que debemos estar orgullosos como navarros: nuestro entorno natural. Podemos decir que estamos de enhorabuena, porque Navarra nos ofrece una riqueza geológica y paisajística extraordinaria, repleta de espacios naturales protegidos.
Imagen: Lago de Salinas
A escasos kilómetros del lugar en el que vivimos, tenemos la capacidad de disfrutar de una maravillosa experiencia. Podemos trepar hasta las cimas graníticas de las Peñas de Aia y contemplar sus panorámicas de 360º junto al mar; pasear entre los espesos bosques versicolores de la Selva de Irati; ascender a Peñas como Izaga y Ezkaurre y Sierras como Abodi, Leyre o Izco; descender por los cañones y foces pirenaicas como Mintxate, Arbayún, Burgui, Benasa, Ugarrón o Lumbier. También podemos explorar los tesoros subterráneos de grandes macizos kársticos como el Macizo de Larra, las Sierras de Aralar, Urbasa, Andía, Lóquiz y Codés, descubriendo todo un elenco de formas que despiertan nuestro espíritu aventurero. Simas, cuevas, galerías subterráneas, arcos naturales, estalactitas y estalagmitas nos hablan de un tiempo remoto que una vez estuvo bañado por el mar, plagado de organismos que ahora son testimonio fósil en el interior de estas rocas. Sumergirnos en el interior de cavidades como las Cuevas de Mendukillo en Aralar, las Cuevas de Urdax o Zugarramurdi, permite descubir uno de los mayores poderes de la Naturaleza: el tiempo. Y es que en una Sociedad como la actual, donde los minutos corren a toda velocidad, el reloj se detiene completamente cuando contemplamos maravillas subterráneas donde el poder del tiempo, gota a gota, segundo a segundo, incesante durante millones de años, ha tallado formas increíbles y únicas para aquel que se atreva a contemplarlas. Descubrir una estalactita de varios metros de longitud, averiguar que crece a ritmo bastante inferior a un milímetro al año y conocer la increíble fragilidad del proceso ante cualquier alteración ambiental, despierta inmediatamente una sensación de sobrecogimiento.
Pero podemos seguir “bañándonos” en increíbles entornos geológicos. Por ejemplo, podemos recorrer los diapiros de Arteta, Salinas de Oro o Estella y toparnos con rocas de origen sub-volcánico, o encontrar numerosas explotaciones salinas en estos lugares; asomarnos a profundos cortados como el Barranco del Rey en Funes; subir al Mirador de Falces y a la Atalaya de Peralta, edificados sobre cristalinos macizos de yeso, para contemplar el incesante trabajo de nuestros grandes y caudalosos ríos, meandriformes y serpenteantes, que en cuestión de escasos millones de años, han creado unas llanuras aluviales de varios kilómetros de anchura y se han encajado cientos de metros respecto a su altura inicial. Aún más, podemos recorrer los desnudos y perfilados relieves de las Bardenas Reales, tallados en rocas blandas con preciosos bandeados de colores, y descubrir en primera línea lo que significa el término “Badland”. En definitiva, una amplísima gama de entornos situados entre los 2.400 metros y los 300 metros sobre el nivel del mar y repleta con cientos de puntos singulares de interés geológico.
Navarra, además de esta increíble variedad de entornos naturales, tiene un amplio registro de materiales geológicos que abarcan un intervalo temporal excepcional. Desde las rocas metamórficas de Roncesvalles, formadas hace más de 450 millones de años en el Periodo Ordovícico, hasta rocas muy recientes y actuales en cualquier punto del territorio. Los organismos y pistas fósiles que encontramos en nuestras rocas conforman un Libro Natural que nos habla de la historia de la vida y la evolución de los lugares que hoy en día constituyen los
cimientos de nuestra vida. Lugares que una vez fueron abismos submarinos ocultos a la luz, y más tarde, cimas de grandes cordilleras montañosas. Un paisaje vivo en constante evolución y que desmiente una falsa idea preconcebida en nuestras mentes: La idea de que nuestro paisaje es como una imagen o cliché fijo e invariable. Como las siluetas de un cuento que cobran vida cuando se pasan las hojas a toda velocidad, así se aprecia el dinamismo terrestre cuando revivimos en el campo una historia contada en breves minutos y cuya duración ha supuesto millones de años a ritmo geológico.
Pero vamos más allá. Hasta ahora sabemos que en Navarra podemos encontrar una variedad inigualable de rocas y minerales de todas las épocas. Además, la convulsa historia geológica ha moldeado, doblado y fracturado todas estas formaciones geológicas, creando estructuras y accidentes geológicos a todas las escalas. Pero además, la evolución de todas estas formas del relieve requiere de “actores y actrices geológicas” que tallan la roca como verdaderos escultores. Hablamos del agua, el viento, el hielo, la radiación solar, o la gravedad. Todos ellos trabajan de forma incesante, y su mayor o menor protagonismo en esta historia depende de su guionista: El Clima. En un territorio de extensión modesta como el nuestro, podemos encontrar climas desde marítimos oceánicos, de montaña, mediterráneos, o esteparios fríos más continentales. Como en toda obra de teatro, hay siempre un protagonista principal. En este caso, dicho protagonista es el agua, sin duda el mayor recurso natural de Navarra. Aguas superficiales y subterráneas abastecen nuestros acuíferos y nos aportan una excelente calidad de vida. Y por si todo esto no fuera suficiente, entra en escena un nuevo protagonista en nuestra historia. Un protagonista muy joven, fruto de la interacción entre la roca y los demás actores: El Suelo. Una delgada y frágil capa que nos protege, como la piel al organismo, que sustenta nuestras vidas, nos alimenta y participa activamente en los Ciclos biogeoquímicos de la Tierra.
De esta manera, la combinación de roca, estructura y clima constituyen la combinación perfecta para ofrecernos la mayor gama de paisajes geológicos y entornos naturales singulares. Por tanto, ¿A qué estamos esperando para salir a descubrir nuestra tierra? Ahora ya tenemos el ingrediente que nos faltaba: La motivación.
Quizá no sepamos por dónde empezar, o qué herramienta utilizar para buscar la información. También estamos de enhorabuena, dado que la tecnología nos ofrece hoy numerosos recursos web que nos ayudan a descubrir todos estos tesoros. Entre los servicios más destacables que podemos encontrar, se encuentra IDENA (Infraestructura de Datos Espaciales de Navarra), SITNA (Sistema de Información Territorial de Navarra), IGN (el visor del Instituto Geográfico Nacional), el Atlas del Medio Natural (También editado por el IGN), IGME (el visor del Instituto Geológico y Minero de España), METEO.NAVARRA (la Website de Meteorología y Climatología de Navarra), Servicio de cartografía (Website del Gobierno de Navarra para la descarga de abundante información cartográfica), SIGPAC (Sistema de Información Geográfica de Navarra para la Política Agraria Comunitaria), Suelos y Series de vegetación (Website del Gobierno de Navarra) y SNCZI-IPE (Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables e Inventario de presas y embalses del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico).
En definitiva, nuestro paisaje está repleto de lugares, a veces escondidos e impenetrables y en ocasiones visibles y accesibles, pero siempre esconden un potencial geológico que bien escuchado y bien entendido, es un regalo para todos los que disfrutamos de la Naturaleza.
Nota 1: las personas interesadas podrán plantear a investigadores de la UPNA cuestiones relacionadas con el coronavirus o el estado de alarma a través del correo electrónico ucc@unavarra.es, incluyendo en el asunto #UPNAResponde/#NUPekErantzun.