Responde: Antonio G. Pisabarro De Lucas, catedrático de Microbiología en el Departamento de Ciencias de la Salud y director del Instituto IMAB (Institute for Multidisciplinary Research in Applied Biology-Instituto de Investigación Multidisciplinar en Biología Aplicada) de la Universidad Pública de Navarra (UPNA).
En episodios anteriores (ver más abajo la serie de artículos), hemos visto como el SARS-CoV2 infectaba una célula y como se multiplicaba en ella. Hoy empezaremos a ver como se defienden la célula y el organismo de la infección.
En Nápoles, la Vía Toledo recorre la ciudad hacia el sur hasta desembocar en la Plaza del Plebiscito, donde se encuentra el Palacio Real en el que reinó por un tiempo quien llegaría a ser el rey Carlos III de España. Bajando hacia la plaza, al lado derecho de la calle, se encuentra el Barrio de los Españoles, de calles estrechas y oscuras. En los balcones de las casas, la ropa tendida para secarse revela el contenido de las viviendas: sábanas, vestidos, camisas, ropa interior. El transeúnte puede hacerse una idea de la vida de la familia viendo su ropa colgada.
Como si fueran napolitanas, nuestras células también sacan al exterior fragmentos de su interior. No los sacan para secarlos, sino para informar a las células-policía que se encargan de vigilar la seguridad del organismo; sobre lo que ocurre en su interior. El tendedero en el que nuestras células exhiben su interior está formado por las proteínas del Complejo Mayor de Histocompatibilidad (MHC, por sus siglas en inglés). Las proteínas del MHC son diferentes para cada uno de nosotros, son la causa de las reacciones de rechazo en los trasplantes de órganos y, en lo que nos interesa en este momento, son responsables de la presentación de antígenos (fragmentos de proteínas) al exterior de la célula. En resumen: las proteínas MHC exhiben en exterior trozos de proteínas intracelulares: trozos de las proteínas normales de la célula y, también, trozos de las proteínas del virus que ha infectado la célula.
Patrullando por las callejuelas de nuestro cuerpo, podemos encontrar células del sistema inmune cuya misión es vigilar que todos los habitantes de los barrios que son nuestros tejidos sean los habituales y se comporten adecuadamente. Para ello, estas células-policía revisan los tendederos de las proteínas MHC en todas las células: si lo que hay colgado son fragmentos de proteínas normales, todo va bien; pero si lo que detectan son fragmentos de proteínas extrañas, de proteínas que no son normales para esa célula, de proteínas, en fin, del virus invasor, dan la voz de alarma para activar el sistema inmune. Así, de la misma forma que un vecino puede deducir que hay un nuevo inquilino al otro lado de la calle viendo la ropa colgada, las células-policía deducen que una célula ha sido infectada por un virus, porque exhibe proteínas extrañas.
¿Cómo se da la voz de alarma? ¿Cómo llaman las células al combate contra el invasor? Las células-policía emiten unas señales químicas llamadas citoquinas que se envían a través de la sangre como señal de llamada de emergencia. La respuesta de otras células del sistema inmune es rápida y se ponen en camino hacia el foco de la infección. Entonces, se establece una carrera entre el virus que se replica dentro de la célula que han invadido y escapa de ella, y las células del sistema inmune acudiendo a controlar la célula infectada. Porque, debemos decir, esta primera respuesta inmune no es muy selectiva. Nuestro sistema inmune todavía no conoce al invasor; sólo sabe que una célula ha sido invadida. Y, la mejor forma que tiene, en este primer momento, de detener la invasión, de detener la infección, es usar la sabiduría popular reflejada en el refrán que dice “muerto el perro, se acabó la rabia”: las primeras células del sistema inmune destruirán la célula infectada para detener la infección. Los virus deben escapar antes de que eso ocurra o serán destruidos con la célula. Se establece una carrera: el invasor debe escapar antes de que llegue el cuerpo de policía.
Ilustración: Manuel Álvarez García.
Las primeras células del sistema inmune en llegar pertenecen al grupo de la llamada Respuesta Inmune Inespecífica (recordemos que no conocemos todavía a nuestro enemigo, sólo sabemos que hay un enemigo). Tiene nombres de película de acción: las células NK, iniciales de Natural Killers, células asesinas que matan las células infectadas destruyendo sus membranas y haciendo que el contenido celular se desparrame ya muerto en las calles del barrio. Sin embargo, estas células NK no son muy selectivas y también destruyen células sanas del vecindario. También llegan leucocitos neutrófilos, los glóbulos blancos más abundantes de nuestra sangre, que se meten en el interior del tejido infectado para limpiarlo y facilitar la entrada de otras células más especializadas en el combate frente al invasor.
Ya es tarde. Dejamos este diario de la resistencia en su día número uno. Hemos empezado a reaccionar; pero, lamentablemente, el virus es más rápido que nosotros y nuestra respuesta no es muy selectiva. Necesitamos combatientes más específicos y eficientes. En un siguiente artículo, seguiremos el desarrollo del combate que se establece célula a célula.
Mientras tanto, cuídense.
Nota 1: listado de artículos del catedrático Antonio G. Pisabarro De Lucas sobre el coronavirus.
2. Coronavirus: ¿cómo es el «malo» de esta película?
3. ¿Quiénes son las primeras víctimas del ataque del coronavirus?
4. ¿Cómo nos invade el virus? El primer encuentro del virus con nuestras células
5. ¿Cómo secuestra el coronavirus la célula?
6. ¿Cómo sabe el sistema inmune que una célula está infectada? Diario de la resistencia. Día 1 (presente artículo)
8. ¿Qué es la tormenta de citoquinas? Diario de resistencia ante el coronavirus
9. ¿Cómo se producen los anticuerpos contra el coronavirus?
13 y siguientes. Se pueden localizar con el buscador de la parte superior derecha.
Nota 2: las personas interesadas podrán plantear a investigadores de la UPNA cuestiones relacionadas con el coronavirus o el estado de alarma a través del correo electrónico vicerrectorado.proyeccionuniversitaria@unavarra.es, incluyendo en el asunto #UPNAResponde/#NUPekErantzun.